El aborto en nuestro país está despenalizado en la Ciudad de México, Oaxaca, Hidalgo, Veracruz, Coahuila, Baja California, Colima, Sinaloa, Guerrero, Baja California Sur y recientemente en Quintana Roo.
Sin embargo, las mujeres y personas gestantes continúan enfrentando diversos obstáculos para ejercer su derecho al aborto seguro y gratuito. Esto sucede tanto en los estados que tienen más tiempo con legislaciones relacionadas con la interrupción legal del embarazo (ILE), como CDMX y Oaxaca, como en aquellos en donde se despenalizó recientemente. Así que ninguna entidad está exenta.
Entre las barreras que enfrentan está la falta de campañas informativas por parte de las Secretarías de Salud estatales; la obstaculización y falta de capacitación del personal médico; la poca cobertura de los servicios de salud y clínicas con servicio de aborto; el desabasto o escasez de medicamentos, y que las dependencias del IMSS y el ISSSTE no realizan el procedimiento.
Grupo Fórmula encontró que en algunos estados, como Colima y CDMX, se condiciona el servicio de aborto a cambio de colocar métodos anticonceptivos. Mientras que en Baja California algunas pacientes acusaron que intentaron persuadirlas para evitar que aborten y otras denunciaron abuso sexual por parte de médicos que las trataron.
Otro de los problemas que enfrentan las mujeres y personas gestantes de algunas entidades, como Colima y Guerrero es que, al acercarse a las instituciones de salud pública donde quieren abortar, les ofrecen realizar la ILE con intervenciones quirúrgicas o legrados.
Esto ocurre pese a que el procedimiento dejó de utilizarse, debido a que existen otros que no son invasivos, no requieren hospitalización y están avalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Uno es el aborto con medicamentos, ya sea con misoprostol o combinado con mifepristona, y el segundo es la evacuación por vacío que se realiza mediante una aspiración. Ambos tienen altas tasas de efectividad y seguridad para interrumpir un embarazo.
Las mujeres y personas gestantes en México no sólo enfrentan dificultades para acceder al aborto gratuito y seguro desde las instituciones sanitarias del Estado. También hay una barrera legal relativa a la temporalidad del procedimiento.
En Ciudad de México, Oaxaca, Hidalgo, Veracruz, Coahuila, Baja California, Colima, Guerrero, Baja California Sur y Quintana Roo el límite son las 12 semanas de embarazo. Sólo Sinaloa rompe con esa norma, pues ahí se avaló que pueda brindarse la atención hasta la semana 13 con cinco días.
Cada caso presenta características específicas, pero organismos como la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) e Ipas México refieren que aún después de los 3 meses es posible interrumpir gestaciones sin que eso implique un riesgo de muerte.
Al conversar con expertas y acompañantes, Grupo Fórmula encontró que en términos generales no hay una justificación científica o médica para que el procedimiento deba limitarse a las 12 semanas de gestación.
En realidad como mencionó Mariel Yee, vocera de la colectiva ILE Sinaloa, se trata más de una cuestión de ‘voluntades’ desde lo legal y hasta los aspectos sociales y sanitarios.
Alrededor del mundo se ofrecen distintos plazos para que mujeres y personas gestantes puedan tener acceso al aborto seguro. Las semanas que se dan para ejercer este derecho son:
En casi todo México y países de África
En naciones de Asia
En Portugal y Croacia
En Suecia
En Reino Unido
En Australia
En Colombia
En Canadá
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